Después del lío del secuestro, de la mandanga de la justicia, que si hay libertad, que si no, que si las vacas beben leche o agua, al final, aún están ahí.



Nunca compro el Jueves. Esta semana, misteriosamente, todos son fans incondicionales de la revista que sale los miércoles. Pero yo no, y aunque hace poco hice (hicimos :) ) un reportaje sobre el tema y tuviera declaraciones de Nebreda, Kim, Fer, KAP, Ferreres y su abuela, pues tampoco es que lea y devore todas las tiras que encuentro en el mercado.

Pero a la vez, despues de ver la tan curiosa portada (no entremos a valorarla, que a lo mejor en cuanto ponga un adjetivo para cualificarla entra la poli en mi casa y no es plan) que hizo que hasta la página web del Jueves se cayera - y me hizo creer lo peor de ésta - me quedé indiferente. No sé, el hecho de ver a los príncipes de Astúrias (pobre Astúrias) dale que te pego ni me altera ni me desestabiliza. Creo que se han hecho cosas peores - algunos van diciendo esta semana que el límite entre la sátira y la falta de respeto es muy fino - y nadie se ha alterado de tal manera.

Lo que sí es verdad es que no han defraudado. La nueva portada, con la cual he reído - por dentro, como me han enseñado esta semana - es mucho, mucho, mucho mejor que la censurada.

Es como contarle a un nene pequeño que los niños vienen en cigüeña desde París después de contarle que se tiene que follar primero... (reminds me of Luthiers...xd).

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